Insectos de importancia económica y sanitaria: La babosita del peral, una plaga que avanza sobre los cerezos (Articulo de divulgación científica publicado en la Revista PRESENCIA No. 79 del INTA)
https://ifab.conicet.gov.ar/wp-content/uploads/sites/200/2023/07/Revista-79-comprimida.pdf
La babosita del peral, también llamada en otros países como chape del cerezo, es una plaga que afecta algunas plantas frutales como cerezos, guindos, ciruelos, almendros y perales. En Patagonia es la principal plaga de las plantaciones de cerezos, donde puede ocasionar serios problemas en la comercialización de esta fruta.
Es un insecto similar a una pequeña avispa, de 8 mm de largo cuando es adulta, mientras que las larvas suelen alcanzar los 12 mm. A partir de principios del verano, las hembras, que en su mayoría no requieren del macho para oviponer emergen de la tierra donde puparon. Luego, comienzan a insertar sus huevos dentro de las hojas de las plantas por medio de un ovipositor con forma de sierra. Cuando los huevos eclosionan, entre una o dos semanas más tarde, las larvas, que en este momento se parecen más a una pequeña babosa (de allí su nombre) comienzan a alimentarse de la parte superior de las hojas, dejando solo las nervaduras y la epidermis inferior. Las hojas atacadas se van secando pero la mayoría no se cae, sino que quedan retenidas en el árbol, tomando un aspecto otoñal. Después de dos o tres semanas de alimentación, las larvas maduras caen al suelo, donde se entierran para pupar. Aproximadamente dos semanas después, los adultos de una nueva generación emergen. La larva de la babosita se puede alimentar de muchas plantas, aunque prefiere atacar a especies de frutales de los géneros Pyrus y Prunus, tales como cerezos, perales, almendros, guindos y ciruelos. Si bien hasta el momento no se conoce con certeza la alimentación de las hembras adultas, se estima que pueden alimentarse de néctar y otras sustancias de las plantas.
La captura de carbono en los árboles atacados por la babosita disminuye y las plantas atacadas destina parte de sus recursos a incrementar sus defensas a través de las producciones de fenoles y hojas más duras y gruesas. Además, las hojas de plantas atacadas por este insecto incrementan el número de cristales de oxalato de calcio bordeando las nervaduras, lo cual podría brindar una importante protección a las mismas contra la acción de la larva. Todas estas respuestas de la planta al ataque de la babosita afectan directamente a los parámetros de calidad de la fruta. Las cerezas de plantas atacadas tienen menor peso, tamaño y contenido de azúcar, situación que atenta contra el mercado y su comercialización al exterior.
Las prácticas más recomendadas son: el control biológico, manejo cultural y mecánico, y el control con productos orgánicos.
Se conoce muy poco acerca de esta plaga y cómo impacta en los frutales. Desde el Grupo de Estudios Biofísicos y Ecofisiológicos (GEBEF, INBIOP (UNPSJB-CONICET se han estudiado los efectos de la babosita en las hojas, tallos y frutos de cerezos patagónicos en plantaciones en Los Antiguos (Santa Cruz) y Bahía Solano (Chubut).